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Alegoría al mar. Abanico acuarelado - Emilio Grau Sala
Abanico acuarelado
Grau Sala nació el 22 de junio de 1911 en Barcelona. Era hijo del dibujante humoristico Juan Grau Miró y fue seguramente la influencia de la figura paterna la que predispuso al joven Emilio a revelarse artísticamente desde muy joven.
Hacia 1929 frecuentó la Escuela de Bellas Artes y al año siguiente expuso por primera vez. en la Galería Badrina,aunque desde aquel momento expuso siempre en la Sala Parés en Barcelona y en la Galería EI Cisne de Madrid. Sus primeras obras recibieron la influencia de la vida cotidiana de principios de siglo pero también la de la pintura de artistas como Dufy, Bonnard, Olga Sacharoff y Pedro Flores. Dichas influencias fueron muy importantes para la gestación de su propio estilo personal que le supuso un rápido ascenso en el aprecio del público y de la crítica, hasta lograr convertirse en un artista consagrado. Escritores como Guillermo Díaz-Plaja, Sebastián Gasch y Ramón Xuriguera lo alabaronen las revistas de la época.
En 1932 decidió realizar un viaje a París. Durante su estancia, de poco más de un mes, se interesó especialmente por Manet y el resto de los impresionistas. Pero cuatro años después, en 1936, volvió a la capital francesa para quedarse convirtiéndose en uno de los más importantes sucesores del legado de los maestros impresionistas . De 1937 data su primera exposición en París y su lanzamiento definitivo
como pintor consagrado afirmándose cada vez más en un estilo personal de raíces mediterráneas con influencias claramente parisienses. Llegó a exponer en Nueva York, Toulouse, Londres, Los Ángeles,etc.En 1945 Grau Sala abordó una técnica nueva para él: la ilustración. Aunque no abandonó nunca la pintura, la elegancia y la seguridad nerviosa del trazo le proporcionaron numerosos encargos.
Entre las obras por él ilustradas pueden mencionarse unas Fleurs du mal, de Baudelaire, Visages de Paris y Bel Ami, la recherche du temps perdu (1936), Madame Bobary (1945), Romancero Gitano (1960), etc. Practicó también la escenografia. Suyos son, por ejemplo, los decorados de la obra L ‘Hostal de l’Amor, deFernando Soldevila, estrenada en 1949 en el Teatro Romea, de Barcelona.
Para Grau Sala el artista era un hombre solo
“[…] que intenta hacer lo que siente, aportando un poco de optimismo a la vida de sus semejantes, debiendo siempre al espectador, en un momento dado, reconocer algo de sí mismo en el cuadro”.
Por otra parte concebía el tema como
“Un pretexto para unir los colores. Una composición cromática es para mí como una ventana abierta que sólo es figurativa para que el que la contempla pueda comprenderla. Dibujo sobre la tela con el pincel, trabajando luego de memoria a partir de las manchas obtenidas; pero pinto también ante el motivo. Concedo,sobretodo, gran importancia a la poesiade mi cuadro.”
Después de su muerte fue honrado con diversa exposiciones homenaje, como la que le dedicó la Sala Parés en 1976, o las de la Sala Nonell, en 1976 y 1980, así como la del Prat en 1980.
“Su estilo es amable, elegante, repleto de colorido, sensual en lo gue toca a las texturas, de trazo garboso y hábil. Sus figuras son siempre gráciles, los rostros bellos y delicados, y comunican una visión del mundo luminosa y optimista, aftn a la de aquellos pintores impresionistas que se forjaron en la misma ciudad escogida por él para pasar la mayor parte de su vida.”